Hoy pasó por mi lado. Me miraba de reojo, presu miendo de cojera, un poco estirado y con la media sonrisa pintada, esa que dejaba escapar el orgullo de sentirse especial durante unos segundos, la sonrisa que yo heredé, irremediablemente, y la que heredaron...
Cuando hacíamos 5º de EGB todas sabíamos dos cosas: quiénes era los Reyes Magos (aunque yo lo callaba, en un intento desesperado por mantener los lazos de la infancia) y que un día, cuando fuésemos a 8º, Mercedes sería nuestra profesora. Por eso, la clase...
Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto, rayano en lo imperceptible, mientras la noche respira con su extraño crepitar sobre el celuloide. Desde el otro lado de la puerta, Steve acude, por fin, a su llamada y ella, con la...
¿Y eres tú quien me pregunta si te quiero? Pues claro que te quiero, pequeña mía, te quiero siempre que tu menudo cuerpo revolotea frente al espejo. No, no te pongas, todavía, a la defensiva; no pretendo entablar un juego de palabras ni decir cruel mentira....
Pequeñica y enfadada, asiente con la cabeza. Su gesto resulta rotundo y firme, rápido como su paso, pero todo el mundo sabe que, en su mente, las ideas son curiosas mariposas eternamente enfrentadas. Mira triste, cuando sonríe, y tras su tristeza se esconde...
Nadie, en varios kilómetros a la redonda, sabría decir su nombre. Sin embargo, la mayoría había conversado en alguna ocasión con él. Sus rasgos vulgares y anodinos, sus maneras pausadas y sencillas facilitaban el diálogo, allí, en la taberna del Paquillo...
Todo el mundo sabía que era una mujer bala. El redoble de tambores; el traje de neopreno rojo metalizado refulgiendo al contacto de la luz de los focos; el alarido final del presentador rompiendo con el silencio expectante…Estudió químicas y durante un...
“¿Por qué me mira así?”, le pregunté, exasperado. Entonces, un espasmo de horror lo convulsionó, las órbitas de sus ojos llamaron a formación y dibujó una O de muñeca chochona con los labios. Se alejó, apretando el paso y mirando de refilón a su espalda,...
Con este amargor tan extraño en el velo del paladar vivo desde tu marcha, en el lado derecho de la cama. La luz de la mesita apagada, el falso eco de tus pasos, tu aliento a mi espalda, la costumbre de tenerte, el volumen de tu cuerpo, la cuchara chocando...
“Un enorme vacío lleno de ti me acompaña”, le confesó entre la humedad de los cristales del bar y la musiquilla pauloviana de la tragaperras. Caía la lluvia y el maúllo lastimero de su queja lo encogió en la silla. Tomó, lento, el secreto de sus pequeñas...
-¡Totalmente! –Y golpeó la mesa con la seguridad de un mesías furibundo. Luego, bajo el tono hasta el murmullo desde donde prosiguió su charla amena y trivial con ese interlocutor invisible, tertuliano habitual residente en el paraíso de Entelequia, a...
Se oye un rítmico puf puf de fantasmas paridos. Yo los llamo así, pero no se lo digo a nadie. Sé que sólo habitan en mi imaginación. Ahora están allí, al final del corredor; empiezan a murmurar entre ellos, como viejos sabios, mientras se acercan lentamente....
“A la cola, como todo el mundo” dijo la farmacéutica. Un silencio sepulcral invadió la ristra de clientes al verla levitar hacia el último, que retrocedió un paso para cederle el sitio. La teatralidad de sus movimientos y su aspecto –las manos enlazadas...
-Lleva horas durmiendo en su cunita como un ángel –anuncia María desde el quicio de la puerta y, a medida que la ola de sus palabras avanza, el murmullo de la habitación se va apagando, hasta quedar suspendido en el aire el tintineo de una cucharilla...
Al leve crujir de la viga de la que colgaba su padre, algunos lo habrían llamado mala suerte; Ambrosio Tártar, hijo, lo entendió como Destino, y, tiempo después, cuando la reflexión le permitió algún momento de lucidez, Juego de Dioses a merced del cual...
Yo creo que la mar no aguantó la envidia y, mucho menos, la mirada de Elena que se mantuvo serena y orgullosa, fija en el infinito, durante toda la ceremonia. Con la honestidad de un animal fiero, la blanca y desafiante bravura se transformó, poco a poco,...
A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias y cuando preguntó, toda ella retórica y puesta en jarras en medio del comedor, dónde habría guardado las cenizas de su ex-marido me tembló hasta la campanilla de la garganta. Suelo mantenerme al margen,...
Se muerde el labio inferior en un intento desesperado por atrapar las últimas sílabas de la palabra desbocada, emisario deshonesto que viaja sin pasar por el filtro de la reflexión previa. Entonces el caballo apenas domesticado de su interior despotrica,...
El verde tallo se va espigando al ritmo que se deshojan calendarios. Entre cabriolas, mientras, ensaya retos, aprende la tortura de las matemáticas y desvela el misterio de los Reyes Magos. En su Carta de este año quedaron renglones huérfanos; la dueña...
-¿Por qué me mira así? –vociferó la muchacha, interrumpiendo el espectáculo. Palpitaba el pecho desnudo y, en el trasfondo, Joe Cocker se desgañitaba como si fuese un directo con Kim Basinger -¿Cómo? –balbuceó el hombre, sorprendido al tomar su copa....
Escritor frustrado La bala, en la sien y, a sus pies, el manuscrito de otra novela inacabada. 21 de enero de 2011 El músico La bala, en la sien; fundido en negro y desfile de títulos de crédito. Bartolomé Quijano observa desde su butaca el revoloteo de...
"Le cobran en aquella fila de la izquierda, si no le importa" La cara de la muchacha es una oda a la lividez y al cuerpo descompuesto por ataque indiscriminado y masivo de un virus. Una arcada le dobla el torso; aplasta sus ojeras con un guiño; se cubre...
Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa y, claro, vivo con un ay en el cuerpo y en el alma. Pronto hará el año, mi marido sufrió una embolia. Con el piso a medio pagar, limpiar dos escaleras resultó insuficiente. Mientras voy a la compra,...
-Hasta chocarse contra una pila de maderos. -¡No! -Sí. -No me lo puedo creer. -Así como te lo cuento: durante el descanso, se puso a leer el mensaje del móvil -al parecer de una vieja amiga-, tropezó, rodó y… -Y, entonces, ¿qué pasó? -Murió de un tablonazo:...
“Más tarde, con el tiempo, plantaremos un árbol”, dijo con voz apagada y la piel todavía lívida por la exhumación de un sudor frío que apenas le permitía respirar. Una ligera brisa despertó y en la ralla del horizonte se empezó a dibujar el despuntar...
Creado por J.C Giró