-¿Por qué me mira así? –vociferó la muchacha, interrumpiendo el espectáculo. Palpitaba el pecho desnudo y, en el trasfondo, Joe Cocker se desgañitaba como si fuese un directo con Kim Basinger
-¿Cómo? –balbuceó el hombre, sorprendido al tomar su copa. Su mirada buscaba, inquieta, la cámara oculta.
-¿Nunca había visto una mujer, so necio? –La bailarina rezumaba aceite corporal; el haz de luz sucia por el humo borraba los estragos de la noche sobre su rostro
Seguridad acudió, eficiente, y la arrancó del escenario como a la mala hierba en un jardín de flores. Tales actitudes no estaban permitidas en el trabajo.
18 de febrero de 2011