-Buenos días, Manuela –saluda Mario, conductor de autobuses-. Un café, por favor.
Mientras Manuela prepara las pastas, comienza el lento goteo de clientes somnolientos. De pronto, J.C se presenta con un grito:
-¿Ya cogiste el número de Navidad?, mira que si toca no podrás venirte a las Bahamas con el resto del barrio.
Manuela y J.C se reúnen en la barra con Mario
-¿Te imaginas?, todos en la piscina de un hotel de cinco estrellas con un daiquiri en una mano –. Y el argumento de Manuela los transporta a su sueño.
-Todavía no. –Los ojos de Mario se iluminan y una sonrisa inesperada le vaticina una afable jornada - Guárdame dos décimos. Este año celebraremos juntos la Navidad.
26 de noviembre del 2010